MEXICALI, B. C., A
VIERNES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2013.-Con el propósito de impulsar el desarrollo de la
energía renovable y poner en práctica estrategias de conservación de energía,
arrancó el programa de Eficiencia
Energética y Reducción de Gases de Efecto Invernadero en Organismos de Agua y
Saneamiento del Estado, informó el Director de la Comisión Estatal de Energía
(CEE), David Muñoz Andrade.
Apoyado
por la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID), la
Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) y el propio Gobierno del
Estado, a través de la Comisión Estatal de Energía; este programa pretende
identificar e implementar proyectos de eficiencia energética y de generación a
través de energías renovables en el sector agua/aguas residuales de los
organismos operadores de agua del Estado.
“A nivel nacional se
considera que el sector agua es uno de los principales consumidores de energía.
El programa que iniciamos, sin duda tendrá un impacto positivo en las
finanzas de los distintos organismos operadores, al mejorar sus eficiencias en
el consumo de electricidad en los equipos electromecánicos y en el
aprovechamiento de energías renovables. Adicionalmente y debido a este elevado
consumo de energía en instalaciones de agua y saneamiento, con esto los
Organismos Operadores de Agua y Saneamiento en Baja California reducirán su huella
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI),” aseguró el funcionario.
Muñoz
Andrade afirmó que la USAID y la COCEF, en alianza con las agencias estatales y
municipales en Baja California, como la CEE y las diferentes Comisiones
Estatales de Servicios Públicos y de Agua, con el apoyo de empresas
norteamericanas ponen en marcha un programa que les permita a los organismos
estatales, contar con una metodología integral y sistemática para la
identificación e implementación de medidas de conservación de energía y
desarrollo de proyectos de energía renovable.
El costo estimado de este programa es de 2.2 millones de dólares, apoyados con recursos no reembolsables por un millón de dólares de USAID, 250 mil dólares de COCEF y el resto con aportaciones en especie por el Gobierno estatal de Baja California.