viernes, 27 de diciembre de 2013

EXHORTA GOBIERNO DEL ESTADO A DETECTAR SEÑALES TEMPRANAS POR TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA






  • El IPEBC ofrece atención integral especializada y terapias de grupo


MEXICALI B. C.- Viernes 27 de Diciembre del 2013- La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de atracones compulsivos son los trastornos alimentarios más comunes en adolescentes y adultos jóvenes, los cuales tienden a presentarse con mayor frecuencia en la época de invierno y festejos navideños, y para esto, el Instituto de Psiquiatría del Estado de Baja California (IPEBC), cuenta con una clínica especializada que brinda atención en este tipo de enfermedades, informó Rosa Isela Villagómez Bedolla, Directora de los Servicios de Salud del IPEBC.

“En época de invierno y festejos navideños, es común que la gente altere sus hábitos alimenticios y después quiera eliminar los kilos de más dejando de comer para recuperar su figura, sin tomar en cuenta que estar a dieta constantemente es el factor de mayor riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria,” señaló la Directora de los Servicios de Salud del IPEBC.

Los trastornos alimentarios son problemas serios de salud mental y pueden poner en peligro la vida; entre ellos se encuentran la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de atracones compulsivos, que son trastornos alimentarios comunes entre los adolescentes y los adultos jóvenes. 

En el IPEBC contamos con una clínica especializada en los trastornos alimenticios, la cual es atendida por psicólogos y psiquiatras; quienes se respaldan en la dinámica de terapias de grupo con el propósito de fortalecer la autoestima de nuestros pacientes,”  comentó Rosa Isela Villagómez Bedolla.

Cuando la comida y la figura del cuerpo se convierten en una obsesión y toman el control de la vida de una persona, se está desarrollando un Trastorno de la Conducta Alimentaria; la obesidad puede también incluirse como un trastorno alimentario y puede afectar a cualquier edad.
 
Villagómez Bedolla dijo que cuando una persona padece un trastorno alimentario hay señales que pueden detectarse a simple vista, pues la persona anoréxica baja mucho de peso, se ve flaca y desnutrida: tiene la piel reseca y de color grisáceo o amarillento, se le quiebran fácilmente las uñas, se le cae el cabello y siempre tiene frío.  

La bulimia es más difícil de identificar porque los atracones y las compensaciones de ayuno y vómito se hacen en secreto, a solas y no siempre derivan en una pérdida de peso. Los constantes vómitos provocan pérdida del esmalte en los dientes, que se ven amarillos y a veces aparecen callos en los nudillos de los dedos de las manos.

“Es común que las personas con trastornos alimenticios se aíslen socialmente y se pongan de mal humor con facilidad, sobre todo en las horas de comida cuando se ponen muy nerviosas y prefieren hacerlo a solas; se muestran ansiosos, irritables y padecen tristeza o depresión. La preocupación por su imagen y la delgadez se extiende a su alrededor,  preguntan mucho a los demás cómo se ven, se comparan con otras personas y critican mucho a las personas obesas,” aseguró la Directora.

Rosa Isela Villagómez Bedolla, explicó que los trastornos de la conducta alimentaria no se eligen, son enfermedades complejas y muy graves que requieren un abordaje multidisciplinario e integral.

“Es muy importante prestar atención cuando observamos un cambio en el comportamiento de las personas que tenemos a nuestro alrededor porque la atención temprana puede ser un factor determinante en la salud de un paciente; el IPEBC pone a disposición el número 842-70-50 para consulta externa a adultos y el 842-70-56 para consulta de niños y adolescentes, así como los servicios de la clínica ubicada en calle 11va  y Río Atoyac #1753, en el fraccionamiento Villa Verde,” finalizó.